A - I n f o s

a multi-lingual news service by, for, and about anarchists **
Noticias en todos los idiomas
Ultimos 40 correos (Portada) Correos de las últimas dos semana Nuestros archivos de correos viejos

Los últimos cien correos, por idiomas
Greek_ 中文 Chinese_ Castellano_ Deutsch_ Nederlands_ English_ _ Italiano_ Português_ Russkyi_ Suomi_ Svenska_ Türkçe_ The.Supplement

Primeras Líneas de los últimos Diez Correos
Castellano_ Deutsch_ Nederlands_ English_ Français_ Italiano_ Polski_ Português_ Russkyi_ Suomi_ Svenska_ Türkçe


Primeras líneas de todos los correos de las últimas 24 horas

Links to indexes of first few lines of all posts of last 30 days | of last months of 2002 | of 2003 | of 2004 | of 2005 | of 2006 | of 2007 | of 2008 | of 2009 | of 2010 | of 2011 | of 2012 | of 2013 | of 2014 | of 2015 | of 2016 | of 2017 | of 2018 | of 2019 | of 2020 | of 2021 | of 2022 | of 2023 | of 2024 | of 2025

(ca) Poland, FA: La alimentación como arma en la lucha geopolítica (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]

Date Tue, 22 Apr 2025 07:47:57 +0300


Las rivalidades geopolíticas y las guerras contribuyen a que entre uno y dos millones de personas más mueran de hambre cada año en todo el mundo. ¿Por qué sucede esto? ---- El problema del hambre en el mundo vuelve a la prensa y a los portales de Internet con bastante regularidad. Consideremos esta cuestión desde una perspectiva temporal más amplia, porque es la única manera de entender que el hambre sigue siendo un problema importante en nuestros tiempos. ---- Tiempo de especuladores ---- Si creemos los datos de la FAO, u Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, desde aproximadamente la década de 1980, los países de la ONU han logrado ganar la lucha contra el hambre. A mediados de la década de 1990, incluso se adoptó el ambicioso objetivo de eliminar el hambre en el mundo para 2015, aunque en 2000 se comprendió que esas suposiciones eran poco realistas. Por ello, se acordó que para el año 2015 el número de personas que padecen hambre se reduciría a la mitad.

La situación de la alimentación de la población mundial comenzó a deteriorarse inmediatamente después del estallido de la crisis en 2007/2008. Como recordamos, en ese momento las cotizaciones en las bolsas financieras internacionales se desplomaron. Se desató una crisis mundial que trajo consigo una serie de cambios. El capital huyó de los mercados financieros en caída libre y se invirtió en las bolsas de materias primas, lo que provocó un fuerte aumento de los precios de los alimentos en los mercados internacionales. Cuando la situación mejoró temporalmente en 2009, los expertos y funcionarios de la FAO creyeron que todo había vuelto a la normalidad y que los objetivos previstos para combatir el hambre aún eran alcanzables. Sin embargo, como consecuencia de la sequía, Rusia anunció que no exportaría tantos alimentos en 2010 como de costumbre. Los precios de los alimentos han vuelto a dispararse.

A partir de ese momento, quedó claro que los días de la comida barata probablemente habían terminado para siempre. Pero incluso antes del estallido de la pandemia de COVID-19, es decir antes de 2020, la FAO asumía con optimismo que, si bien no había sido posible eliminar completamente el hambre en 2015, podría hacerse en 2030. Sin embargo, también fue necesario revisar estas suposiciones. Primero la pandemia destrozó las cadenas de suministro, luego se produjo una alta inflación y los precios siguieron subiendo. El porcentaje de personas hambrientas en el mundo estaba aumentando. Finalmente, los precios de los alimentos alcanzaron otro pico con el estallido de la guerra en Ucrania en 2022.

¿Cuales son las consecuencias de esto? En los últimos años, el porcentaje de personas hambrientas y desnutridas en el mundo ha aumentado del 7,1% al 9,1%. Puede parecer que estos 2 puntos porcentuales son relativamente poco. Esto significa, sin embargo, que el número de personas que padecen falta de alimentos es casi 200 millones mayor (pasó de 541 millones a 733 millones de personas). Se trata de un hecho único en las últimas décadas, que demuestra que la situación en este ámbito se ha deteriorado significativamente en comparación con la década de 1990 o principios de la década de 2000. Además, se estima que en 2023 casi el 29% de la población mundial (o 2.330 millones de personas) estaría en riesgo moderado o grave de inseguridad alimentaria. La crisis alimentaria podría por tanto estallar con una fuerza aún mayor.

La situación está empeorando principalmente en los países africanos, donde el hambre viene aumentando desde hace más de una década. La FAO señala que los conflictos armados, la variabilidad climática, el estancamiento económico y la recesión, especialmente cuando se combinan con factores como las persistentes desigualdades sociales, son los culpables. Pero África también ha sido víctima de estafadores bursátiles que especulan no sólo con alimentos sino también con tierras agrícolas. La tierra está siendo acaparada por corporaciones que operan con el apoyo de gobiernos agresivos y corruptos.

La lógica de la globalización liberal
Durante décadas se han impulsado políticas de globalización y libre comercio internacional. Esta política fue apoyada por los países más importantes del Norte rico, así como por instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, a los que Jean Ziegler llamó los "jinetes del apocalipsis" en su libro "Geopolítica del hambre" (edición polaca 2013). Esta política provocó que muchos países del Sur perdieran su soberanía alimentaria y tuvieran que empezar a importar cantidades importantes de alimentos.

La lógica de la globalización liberal a este respecto fue la siguiente. A los países del Sur se les dijo que al abrirse a los mercados internacionales podrían garantizar el acceso a alimentos baratos y nunca más dependerían de hambrunas causadas por sequías, inundaciones u otros factores imprevistos. Se aseguró que alimentos asequibles fluirían a través de los océanos desde países donde se producían de manera más eficiente. Llegará desde la UE y EE.UU., Canadá, Australia y Rusia. Por lo tanto, se suponía que el mercado global salvaría a muchos países de la hambruna y también de los disturbios provocados por el hambre. Por tanto, para muchos gobiernos ésta parecía una propuesta muy atractiva. Además, se dijo que estos países podrían modernizarse reduciendo el empleo en la agricultura nacional y empleando a los agricultores existentes en las minas, de modo que estos países podrían ser despojados, por ejemplo, de metales de tierras raras.

Sin embargo, no llegaban alimentos baratos del extranjero. No se pudieron evitar los disturbios por hambre. Ya en 2011, durante la llamada. La Primavera Árabe provocó muchos levantamientos sociales en el norte de África y Oriente Medio. El aumento de los precios de los alimentos jugó un papel importante. Se convirtió en el impulso para el estallido del descontento social. El aumento del precio de los cereales, y por tanto del pan, sigue siendo una causa clave de malestar social y migraciones masivas.

Geopolítica del hambre
A medida que aumenta el número de conflictos armados, los alimentos se utilizan cada vez más como arma en la competencia internacional. Esto lo demuestra la situación de las exportaciones de granos ucranianos a través del estrecho de Turquía, las amenazas al transporte en el Mar Rojo y el conflicto por el Canal de Panamá: todo esto hace que las cadenas de suministro de alimentos sean vulnerables a interrupciones deliberadas.
Más aún, por ejemplo, el gobierno de extrema derecha de Israel está amenazando a los palestinos de Gaza con la hambruna, es decir, reteniendo la ayuda humanitaria, sin importarle que esto en realidad es un crimen de guerra. De esta manera quieren obligarles a abandonar Gaza y llevar a cabo una limpieza étnica.

La comida se ha convertido hoy en día en un arma. Los países individuales se han "encerrado" en sí mismos, imponiéndose sanciones unos a otros y erigiendo barreras aduaneras. Ha comenzado una era de desglobalización, proteccionismo y particularismo nacional. En esta guerra comercial, el nacionalismo ha reemplazado al humanismo. La lucha contra el hambre ha quedado relegada a un segundo plano. Los cereales se han convertido en un producto estratégico clave.
Esta nueva guerra, en la que la comida se ha convertido en un arma, mata quizás entre uno y dos millones de personas más cada año, en su mayoría niños, pero también mujeres. Éstas son las próximas víctimas de la actual rivalidad geopolítica por la supremacía global que estamos presenciando hoy. Guerras por el petróleo y el gas, los metales raros, el uranio, los chips y los granos. Guerras de poder. Estas son las víctimas de gobiernos criminales que luchan por la hegemonía.

Tomé los datos de un informe conjunto de la FAO, el FIDA, el UNICEF, el PMA y la OMS titulado: "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024: financiación para acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas", Roma 2024. Los cambios en los precios de los alimentos en los mercados mundiales pueden seguirse con base en el índice de precios de los alimentos de la FAO: https://www.fao.org/worldfoodsituation/FoodPricesIndex/en/

Jaroslaw Urbanski

www.rozbrat.org

https://federacja-anarchistyczna.pl/2025/02/27/zywnosc-jako-bron-w-geopolitycznej-walce/
_______________________________________
AGENCIA DE NOTICIAS A-INFOS
De, Por y Para Anarquistas
Para enviar art�culos en castellano escribir a: A-infos-ca@ainfos.ca
Para suscribirse/desuscribirse: http://ainfos.ca/mailman/listinfo/a-infos-ca
Archivo: http://www.ainfos.ca/ca