|
A - I n f o s
|
|
a multi-lingual news service by, for, and about anarchists
**
Noticias en todos los idiomas
Ultimos 40 correos (Portada)
Correos de las
últimas dos semana
Nuestros archivos de correos viejos
Los últimos cien correos, por idiomas
Greek_
中文 Chinese_
Castellano_
Deutsch_
Nederlands_
English_
_
Italiano_
Português_
Russkyi_
Suomi_
Svenska_
Türkçe_
The.Supplement
Primeras Líneas de los últimos Diez Correos
Castellano_
Deutsch_
Nederlands_
English_
Français_
Italiano_
Polski_
Português_
Russkyi_
Suomi_
Svenska_
Türkçe
Primeras líneas de todos los correos de las últimas 24 horas
Links to indexes of first few lines of all posts of
last 30 days | of last months of 2002 |
of 2003 |
of 2004 |
of 2005 |
of 2006 |
of 2007 |
of 2008 |
of 2009 |
of 2010 |
of 2011 |
of 2012 |
of 2013 |
of 2014 |
of 2015 |
of 2016 |
of 2017 |
of 2018 |
of 2019 |
of 2020 |
of 2021 |
of 2022 |
of 2023 |
of 2024
(ca) Spaine, EMBAT: Entrevista en OSL - Organización Socialista Libertaria - de Brasil[Parte 3] (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]
Date
Thu, 14 Nov 2024 08:46:23 +0200
Lo que sigue es la tercera y última parte de la entrevista que hemos ido
realizando en la organización hermana de Brasil OSL (Organización
Socialista Libertaria). Esta parte se centra en: Directrices y trabajo
de la OSL. Intentando profundizar en las tareas concretas que realizan
en su trabajo político. ---- Puede recuperar las anteriores partes:
Primera (OSL y su concepción de anarquismo) y Segunda (La cultura,
historia y luchas brasileñas) ---- ¿Pueden explicar su concepto de poder
popular? ---- La construcción de un poder popular autogestionado es la
base de nuestra concepción estratégica. Requiere una estrategia general
que implica, para las clases oprimidas, una transformación de su
capacidad de realización en fuerza social y, a continuación, una
transformación de la fuerza social en poder. A continuación explicamos
cómo entendemos este proceso.
Para nosotros las clases oprimidas tienen una capacidad de realización,
es decir, un potencial o posibilidad de producir fuerza social. Cuando
ponen en acción esa capacidad, pasan a tener una existencia
material/real y forman una fuerza social, es decir, esa energía aplicada
en los conflictos sociales para alcanzar determinados objetivos. Los
trabajadores que no están organizados y no participan en movimientos y
luchas no producen fuerza social. Por tanto, cuando organizamos o
reforzamos movimientos populares, estamos haciendo exactamente esto: dar
materialidad al potencial transformador de las masas; poner en juego una
fuerza que, en conflicto con otras fuerzas, establecerá relaciones de
poder y determinará la forma de la realidad social.
Pero no basta con construir una fuerza social. Esta fuerza necesita
crecer para hacer frente a otras fuerzas en juego. Así, una tarea
importante es encontrar formas de aumentar permanentemente esta fuerza,
ya sea a través del crecimiento de la vida, la optimización de las
fuerzas, el desarrollo de capacidades, la gestión de recursos, etc.
Resulta que para los anarquistas en general, y para el OSL no es
distinto, no se trata de hacer nada por aumentar esta fuerza. Esto es lo
que hacen quienes han hipotecado sus principios en favor del
pragmatismo. Es necesario aumentar esta fuerza, pero de acuerdo con
determinados criterios estratégicos, programáticos y éticos. Porque son
estos medios los que señalarán los fines que queremos construir.
Esto requiere defender y promover una línea de masas en estos
movimientos, muchas veces en disputa con otros sectores, corrientes,
etc. Esta línea -que, como decimos, tiene similitudes con el
sindicalismo revolucionario- incluye algunos elementos importantes.
Fortalecer a las organizaciones de base en todos los sectores (sindical,
comunitario, agrario, estudiantil, etc.). Garantizar la fuerza y el
protagonismo de los trabajadores de base. No subordinar los movimientos
a posiciones políticas o ideológicas (sindicato anarquista, movimiento
estudiantil anarquista, etc.). Luchar por la independencia de clase
frente a todas las instituciones y personas que ejercen relaciones de
dominación con los movimientos o promueven su dependencia (patronal,
Estado, partidos, iglesias, ONGs, etc.).
Cultivar permanentemente la solidaridad de clase, evitando la movilidad
social de individuos o sectores y apostando por la transformación
estructural y revolucionaria de la sociedad. Fortalecer las luchas y
conquistas sociales a través de movilizaciones combativas, para que las
luchas y conquistas inmediatas (reformas) apunten hacia un horizonte
transformador y revolucionario (revolución). Enfrentar a las
instituciones enemigas a través de los movimientos populares, lo que
significa promover la acción directa y desarrollar la política de los
trabajadores en sus propias instituciones. Recordar que el Estado es una
institución de las clases dominantes y tiene la capacidad de producir
una clase dominante: la burocracia.
Garantizar el protagonismo de los trabajadores, con decisiones
ampliamente participativas y tomadas por las bases, ya que esto
fortalecerá a los trabajadores. Las luchas y movimientos son espacios de
creación de un nuevo sujeto revolucionario y de una nueva sociedad; este
sujeto no es producido automáticamente por la estructura desigual de la
sociedad ni por las vanguardias autoritarias, cuya sumisión a las bases
produce sujetos incapaces de promover la transformación que buscamos.
Es la fuerza social producida por las clases oprimidas en esta línea la
que es capaz de imponerse a las demás (revolución social) y de
establecer una forma de poder autogestionario o libertario, es decir,
ese equilibrio temporal que se establece cuando existe esa superposición
de fuerzas. Poder que puede basarse en la dominación (como en el caso
del capitalismo, los experimentos "socialistas", etc.) o en la
autogestión y el federalismo. Nuestro objetivo final es el socialismo
libertario, con una socialización generalizada (económica, política,
cultural), el fin de las clases y toda forma de dominación. Sólo en una
sociedad así se afianzará plenamente el poder popular.
¿Pueden darnos ejemplos concretos?
Veamos cómo se aplica este concepto de poder popular, por ejemplo, en el
movimiento por la vivienda. Lo primero es que hay un enorme contingente
de trabajadores que no tienen acceso a la vivienda oa una vivienda
digna. Y es una pequeña minoría la que se articula en los movimientos
por la vivienda. Vemos que existe toda una capacidad de realización que
no se ha transformado en fuerza social. Si pensamos que es estratégico
trabajar con este sector, el primer paso será, por un lado, pensar en
formas de organizar a estas personas no organizadas, crear luchas,
movimientos, etc. Por otro lado, también será necesario cartografiar los
movimientos existentes, evaluar estratégicamente sus perspectivas y, si
es necesario, participar en el mismo promoviendo nuestro programa.
La mayoría de los movimientos brasileños de vivienda se centran en la
organización de las personas sin hogar, con el objetivo de construir una
fuerza social destinada a disputar el Estado a través de las elecciones.
Estos movimientos suelen estar articulados por partidos que hacen de los
sin techo su base para las elecciones o lo que llamamos "corrales
electorales". Estos políticos prometen que cuando sean elegidos
(concejales, diputados, senadores, etc.) defenderán la agenda de la
vivienda en el parlamento. Pero ya sabemos cómo funcionan estas cosas.
En el caso de la participación en movimientos con esta perspectiva, será
fundamental combatir a este sector partidista ya esta relación de
dominación entre partido y movimiento. También nos corresponderá
fomentar esta forma autogestionaria de construir las luchas y el propio
movimiento: luchar por asambleas permanentes, para que las bases sean
animadas y formadas para participar, para que la dirección sea legítima
y responda a los intereses de las bases, etc.
También será crucial promover nuestra concepción revolucionaria, que es
la más eficaz incluso para obtener ganancias inmediatas y presionar a
los gobiernos de turno. Intentamos promover la idea de que cualquier
conquista inmediata dentro del capitalismo-estatismo será vulnerable y
será arrebatada en la primera oportunidad que tengan las clases dominantes.
Recordemos que quien está desorganizado en un movimiento o no tiene un
programa es utilizado por otras fuerzas. Reproducen las posiciones de
otros, se convierten en la línea auxiliar de otros, aunque no lo sepan.
Así es cómo funciona éste y otros tipos de movimiento. Participar en la
práctica política cotidiana y enfrentarse a ella. Evaluar en qué
sectores, las fuerzas en juego, cómo posicionarnos internamente
(aliados, adversarios, etc.) y cómo hacer avanzar nuestro programa. Es
importante mencionar que existe un doble movimiento por nuestra parte:
trabajadores que ya están en un determinado sector (por ejemplo, una
categoría profesional), que se hacen anarquistas, y trabajan para
articular este sector; pero también sectores que consideramos
estratégicos y que movemos a la militancia a trabajar, con vistas a
avanzar en esfuerzos estratégicos y también promover el anarquismo para
cierta militancia.
Para la OSL, ¿qué significa el anarquismo para los pueblos que habitan
el territorio del Estado brasileño?
Brasil es un país de más de 200 millones de habitantes y su composición
interna es compleja y diversa. Si entendemos "pueblo" no en el sentido
liberal-burgués (como la totalidad de esta población), sino de forma
clasista, como muchos anarquistas han hecho en la historia, podemos
decir, según un análisis que elaboramos hace algún tiempo, que las
clases oprimidas brasileñas tienen una importante diversidad.
Actualmente, existe una mayoría de proletarios urbanos y rurales (75% de
la población), pero con condiciones de trabajo y de vida muy diferentes:
asalariados, autónomos, trabajadores precarios; sectores privado,
público y otros, que viven en la ciudad y en el campo, etc. También
existe un importante contingente de campesinos y pueblos tradicionales
(10% de la población), que también son varios: pequeños propietarios,
arrendatarios y ocupantes ilegales, indígenas, kilombolas, ribereños,
etc. Por último, hay un número menor de personas completamente
marginadas (2% de la población), que incluye a quienes se encuentran en
una situación análoga a la esclavitud, presos, personas sin hogar, etc.
Esta situación de clase está profundamente atravesada por cuestiones de
raza, género, etnia y sexualidad.
En otras palabras, en Brasil debemos hacer frente a esta compleja y
profundamente diversa realidad de los pueblos o clases oprimidas. El
desafío que debemos afrontar es que estas clases están, en la mayoría de
los casos, desmovilizadas. Y cuando están movilizadas, se ven envueltas
en innumerables cuestiones y comprometidas en luchas sectoriales,
parciales, etc. Existen formas equivocadas de afrontar esta situación
que han sido adoptadas por sectores de la izquierda. Podemos dar algunos
ejemplos.
1.) Elegir por adelantado un sector supuestamente revolucionario, ya sea
el proletariado urbano industrial, por su posición en el modo de
producción, o los marginados, porque no tienen nada que perder; esto
limita severamente la fuerza social de nuestro proyecto. 2.) Movilizar a
diferentes sectores con diferentes banderas de lucha, a través de
innumerables movimientos aislados que no tienen nada que los unifique, y
cuando trabajan en temas que van más allá de la clase, lo hacen desde
una perspectiva policlasista; esto refuerza la fragmentación y reduce
enormemente el potencial transformador de estas luchas. 3.) Trabajar con
un clasismo reduccionista, dejando cuestiones como la raza y el género
para otro momento o ignorándolas y entendiendo que de algún modo es
posible movilizar a los trabajadores en Brasil sin abordar estas
cuestiones; esto complica nuestra capacidad de movilización y compromiso.
Entendemos que es necesario alejarse de modelos estatistas
homogeneizadores y, al mismo tiempo, garantizar ciertas posiciones
capaces de dar unidad a esta diversidad. Es decir, necesitamos, por un
lado, romper con el borrado o silenciamiento de determinadas clases y
fracciones de clases, así como sus luchas y reivindicaciones. Para
nosotros, el federalismo autogestionario es un modelo de organización
que puede apoyar la construcción de un frente de clases oprimidas,
abarcando toda su diversidad. Pero, por otra parte, también necesitamos
romper con el aislamiento, reconstruir el tejido social y, sobre todo,
unificar las distintas luchas en una perspectiva transformadora, para
que sirvan a la construcción del socialismo libertario que pretendemos.
Éstas son las razones por las que defendemos un feminismo y un
antirracismo que sean a la vez libertarios, clasistas, revolucionarios e
internacionalistas. Son elementos fundamentales de nuestro proyecto
autogestionario de poder popular.
Acto contra el PL 1904, Belo Horizonte
¿Cómo se relaciona la OSL con los movimientos sociales y populares? ¿En
qué luchas participa la organización?
Antes de mencionar a los sectores y luchas en los que estamos presentes,
creemos que es importante volver a nuestra estrategia de tiempo
restringido, mencionada anteriormente. Esta estrategia de cierta
amplitud ha guiado a todo nuestro trabajo social particular en
diferentes movimientos.
Partimos de nuestra lectura de la realidad, que muestra que ha habido un
avance considerable del neoliberalismo en los últimos años. Esto ha
supuesto duros ataques a las pocas medidas de bienestar que existían, a
través de "reformas" (ataque/retirada de derechos) en ámbitos como el
laboral, la seguridad social, etc. Y también una mayor presión de las
clases dominantes sobre las clases oprimidas.
La extrema derecha ha ido creciendo, entre otras cosas, porque se ha
alineado con esta visión radicalizada del neoliberalismo, atrayendo así
una parte importante de los intereses del gran capital. Y también por un
discurso abstractamente antisistémico ("contra todo lo que hay"), que
moviliza una base popular, a la vez víctima de ese proceso de
fortalecimiento del neoliberalismo. La "respuesta" que ha ofrecido el
campo socialdemócrata/social-liberal (el petismo y el campo
democrático-popular) se basa en la conciliación de clases y el
desplazamiento hacia el centro del espectro político, para defender el "
Estado Democrático de Derecho", las "instituciones", etc. Y esto ha
erosionado aún más su ya muy moderado y proyecto político.
Ante esta situación a medio plazo, hemos elaborado una estrategia para
un período de tiempo limitado (entre la táctica y la estrategia
general). Propone construir/fortalecer una izquierda radical y
combativa, a la izquierda del PTismo, que priorice la crítica y el
análisis anticapitalista y revolucionario, así como los conflictos y
enfrentamientos de clase. Esto, obviamente, requiere alianzas con otros
sectores y nos coloca en el papel de oposición de izquierda en el
proyecto democrático-popular. Aunque este campo (radical,
anticapitalista, revolucionario) siempre ha existido en Brasil, en las
últimas décadas de hegemonía del PT a la izquierda, se ha debilitado más
que en otras épocas. Hoy es muy minoritario en la sociedad brasileña,
tanto a la izquierda en el Estado como fuera de él.
Esta estrategia también propone, a su vez, disputar la línea de este
campo, reforzando elementos de nuestro programa como la acción directa,
la independencia y la conciencia de clase, y señalando la necesidad de
avanzar en un proyecto de poder popular autogestionado. Esto muestra
algo que, a medio plazo, nuestro objetivo es recuperar el vector social
del anarquismo, una línea e influencia de masas; en otras palabras,
hacer del anarquismo una considerable fuerza entre los trabajadores
brasileños.
Teniendo en cuenta que la OSL es una organización de trabajadores
(anarquista), que estos trabajadores están involucrados en diferentes
sectores, movimientos y luchas de las clases oprimidas, y que el trabajo
social (de base, de masas) está en el centro de nuestras prioridades
estratégicas, todos los activistas de la organización contribuyen a
diario a promover estas líneas en los frentes sindical,
comunitario/agrario y estudiantil. En términos geográficos, nuestra
presencia en los movimientos y luchas de estos sectores va de la mano de
nuestra presencia nacional, como se ha mencionado anteriormente. Tenemos
una mayor presencia en las regiones sudeste y centro-oeste del país
(debido a nuestra constitución como organización) y estamos avanzando
gradualmente hacia el sur, noreste y norte.
En el sector sindical, nos hemos aliado con esos sectores más
radicalizados. Hemos combatido el sindicalismo de derecha, como Força
Sindical, y también la complacencia de la CUT, CTB, etc. Realizamos
constantemente un trabajo de base en nuestras categorías, articulando,
movilizando, estimulando las perspectivas de organización, lucha y
movilización. Esto se hace en cuatro circunstancias distintas. 1.) En
algunos casos, actuamos como oposición (cuando no estamos en la
dirección, porque perdemos o no concurrimos a elecciones sindicales
importantes); 2.) En otros casos, actuamos como la situación (cuando
formamos parte de la dirección, porque ganamos las elecciones sindicales
mayoritarias); 3.) También existen casos en los que actuamos con
presencia proporcional en la dirección (cuando el sindicato no tiene
elecciones mayoritarias, sino proporcionales, e incluye en su dirección
todas las fuerzas políticas del sindicato); 4.) Por último, en los casos
en los que hay mucha represión a la organización de los trabajadores,
optamos por el sindicalismo clandestino, articulado fuera de la
estructura oficial del sindicato.
Nuestra labor sindical se ha centrado en diversos sectores y categorías,
como: educación pública y privada (trabajadores y profesores);
bienestar, sanidad y asistencia social; transporte servicios;
periodismo; investigación y tecnología. Aunque no tenemos militancia
orgánica, mantenemos estrechos contactos y lazos de solidaridad con
trabajadores del sector industrial, como los metalúrgicos. Y
recientemente, nos hemos implicado en la lucha de los trabajadores
uberizados (repartidores y Ubers). Nuestro trabajo implica a
trabajadores formales, trabajadores subcontratados, trabajadores a
tiempo parcial y trabajadores precarios en general.
En el sector comunitario, nuestro trabajo es algo más difuso y se
reparte entre diferentes movimientos urbanos y periféricos, cuya
actividad gira principalmente en torno a la organización de
barrios/regiones ya las luchas por la vivienda (ocupaciones de terrenos
y edificios, luchas contra los desahucios y por el acceso a los
servicios, etc.). En algunos casos, participamos en movimientos ya
existentes, con líneas políticas y estratégicas diversas (a veces somos
la fuerza mayoritaria y en otras minoritaria), y en otras construimos
los movimientos nosotros mismos, teniendo una mayor influencia en las
líneas, como es el caso del Movimiento de Organización de Base (MOB) en
determinadas localidades.
También trabajamos en el campo, con movimientos rurales y luchas de
trabajadores, campesinos y pueblos indígenas. Entre trabajadores y
campesinos, hemos participado en movimientos con banderas que incluyen
luchas contra el agronegocio y el latifundio; por el acceso a la tierra
y las condiciones para permanecer en el campo; la reforma agraria
radical y la producción agroecológica de alimentos. Debido a la
existencia más restringida de movimientos rurales, y gracias a contextos
muchas veces marcados por la violencia y la represión, hemos participado
en movimientos más amplios de alcance nacional, pero que están bajo la
hegemonía del petismo, como el Movimiento de los Trabajadores Rurales
Sin Tierra (MST) y el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA). En este
caso, nuestra opción es construir una posición alternativa dentro de los
propios movimientos, en los que, en algunos casos, sólo constituyemos la
base y, en otros, tenemos posiciones en las estructuras.
Apoyo a las familias de: Ocupação dos Queixadas, Cajamar, en el Grande
São Paulo
En el movimiento indígena tenemos presencia en algunos pueblos, en
algunas poblaciones y en algunas organizaciones regionales y nacionales.
Hemos contribuido a la reorganización que ha sufrido el movimiento en
los últimos años y intentado romper con posiciones que se limitan al
asistencialismo ya la acción institucional. Ciertos sectores del
movimiento tienen ya una cultura de autonomía y resistencia cercana a
nuestras líneas, lo que facilita mucho nuestro trabajo.
El trabajo rural nos ha permitido conectar directamente la lucha de
clases con otras cuestiones. Por ejemplo, en el litoral, nuestro trabajo
entre los indígenas articulado con otros frentes ha tomado como punto
fundamental la protección de la Mata Atlántica brasileña, por lo que
este trabajo adquiere al mismo tiempo una perspectiva ecológica. El
trabajo con campesinos y pequeños productores en el campo nos ha
permitido asumir reivindicaciones como la soberanía alimentaria, el fin
de los pesticidas en la producción de alimentos, la necesidad de
preservar el suelo, etc.; y esto también añade otros elementos
relevantes a nuestras luchas.
En el sector estudiantil y juvenil, tenemos presencia en universidades
públicas y privadas, así como entre jóvenes de las periferias que están
(o no) escolarizados y/o no han acudido a la universidad. En algunos
casos somos activos en movimientos y tendencias que hemos construido
nosotros mismos, y en otros formamos parte de movimientos más amplios,
tratando de priorizar a aquellos que tienen una mayor afinidad con la
izquierda radical. En las universidades, hemos defendido la educación
pública bajo control obrero, la permanencia estudiantil y luchado contra
la influencia neoliberal y privatizadora. En las periferias, trabajamos
con los jóvenes, principalmente organizando los barrios periféricos a
través de actividades culturales de capoeira, música, eventos, etc., y
tratando de avanzar hacia la construcción de luchas más directas, por la
vivienda por ejemplo , y hacia la organización de base a través de
asambleas populares periódicas que aborden los problemas locales y la
situación nacional.
Es importante mencionar aquí que hemos optado por no tener frentes
dedicados exclusivamente a cuestiones de género/sexualidad y raza/etnia,
porque creemos que estas cuestiones son transversales a todos los
frentes y deben ser abordadas por todos los activistas en todos los
lugares donde trabajamos . Así, todos los activistas -sindicales o
estudiantiles, por ejemplo- son también activistas en cuestiones de
género/sexualidad y raza/etnia en sus puestos de trabajo o estudios.
Si pusiéramos mujeres, LGBT+s, negras, indígenas, etc. a trabajar sólo
en estos temas, esto significaría, por un lado, que el trabajo sindical,
comunitario/agrario y estudiantil quedaría restringido a una mayoría de
hombres, blancos, etc.
por otra parte, fomentaría la opinión de que son sólo las mujeres las
que deben promover el feminismo, los negros el antiracismo, etc. Si
pusiéramos a estos compañeros (mujeres, negros, LGBT+, etc.) a cargo de
los frentes sindical y comunitario, los sobrecargaría. Significaría
realizar dos trabajos, mientras que los que no pertenecen a estos
sectores sociales históricamente oprimidos sólo tendrían uno.
Para evitar estos problemas, nuestra línea sobre las cuestiones de
género, sexualidad, raza y etnia es que deben ser promovidas
permanentemente en todos nuestros frentes y en todo nuestro trabajo: en
los puestos de trabajo, en los barrios, en los asentamientos, en las
universidades, etc. Por supuesto, esto no excluye la existencia de
espacios exclusivos que se convoquen cuando es necesario para tratar
determinados temas que requieren este tipo de foros. La OSL cuenta con
una secretaría encargada de estos temas, que no sólo orienta a la
organización en el plano político, sino que también contribuye a la
elaboración de líneas que apoyen el trabajo social en los frentes. Esta
línea contribuye también a nuestra implicación en otras movilizaciones
nacionales e internacionales, como la lucha en defensa de Palestina.
Por último, es importante mencionar que, en realidad, esta división o
separación en frentes que utilizamos sólo sirve como solución
organizativa para articular el trabajo. Es decir, entendemos que sólo
hay un conjunto de clases oprimidas que organizar, independientemente de
dónde sea. Por eso no consideramos que los diferentes sectores,
movimientos y luchas compitan entre sí, ni los tomamos de forma aislada.
Siempre pueden relacionarse y converger, algo que fomentamos
constantemente. Como hemos dicho, éste es un aspecto importante de
nuestro proyecto de poder. Debemos prestar atención a las
especificidades locales, pero sin olvidarnos de que estos diferentes
esfuerzos apunten hacia un movimiento amplio, un frente de clases
oprimidas, un proyecto de poder autogestionario.
NOTA: agradecimiento especial, además de alOSL, a las compas de
Batzac-Juventudes Libertariasque han colaborado en la re-correción , por
su publicación.
https://embat.info/entrevista-a-osl-organitzacio-socialista-llibertaria-de-brasil-part-3/
_______________________________________
AGENCIA DE NOTICIAS A-INFOS
De, Por y Para Anarquistas
Para enviar art�culos en castellano escribir a: A-infos-ca@ainfos.ca
Para suscribirse/desuscribirse: http://ainfos.ca/mailman/listinfo/a-infos-ca
Archivo: http://www.ainfos.ca/ca
- Prev by Date:
(ca) Spaine, CGT, Rojo i Negro #393: Sin Fronteras: La cuestión palestina y el Estado alemán (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]
- Next by Date:
(ca) France, CNT-AIT: La tribu y el Estado: un intento de analizar el conflicto autoritario en Sudán (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]